AÑO
mayo/julio 2017
LUGAR
Haití
Cliente
2020 - 2022

Escuela de primaria para un orfanato en Léogâne (Haití)

RESPONSABLES Jaime Baladrón Laborda, Elena Rodríguez Almoguera y Javier Carvacho

Se trata de un proyecto real solicitado por la Organización chilena «Proyecto Universal», en colaboración con la contraparte local, la ONG «Foyer d' accueil de notre dame de lamercie». Este proyecto fue redactado, en equipo, por parte de varios alumnos del postgrado en «Cooperación al Desarrollo en Asentamientos Humanos Precarios» que imparte el Instituto de Cooperación y Habitabilidad Básica (ICHaB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

El orfanato está situado a las afueras la ciudad de Léogâne, epicentro del terremoto que asoló la isla de Haití en el año 2010, sumiendo a gran parte del país en la más absoluta pobreza. Este emplazamiento está expuesto a diversos riesgos naturales, entre los que deberíamos destacar terremotos, ciclones y, ocasionalmente, inundaciones producidas en el entorno cercano al río «Momance». Teniendo en cuenta estos condicionantes, se dispuso una pieza en «L», con dos piezas rectangulares independientes, separadas por una junta estructural en el encuentro, donde se sitúa el núcleo de comunicaciones del edificio. El volumen consta únicamente de dos plantas: la planta baja, más pesada, y la planta primera, más ligera. Esta volumetría responde a los criterios de edificación anti-sísmica.

La planta baja emplea un sistema constructivo más masivo, a partir de muros de tabiquería de Bloques de Tierra Comprimida (BTC) trabados entre sí y armados con armaduras de tendel de acero que atan entre sí las piezas del muro. La planta primera, en contraste, está construida con una estructura de bambú y paneles prefabricados de trenzado de quincha, de una especie local, con el objetivo de reducir el peso de la estructura de la parte superior del edificio. La cubierta inclinada «a un agua» está construida también en bambú.

La elección del bambú como material de construcción no es casual, ya que mejora la seguridad estructural del edificio y su comportamiento en situación de sismo, facilitando la ventilación natural cruzada en la planta superior y maximizando la entrada de luz natural a la zona de los talleres. Los voladizos de la cubierta están dimensionados para que actúen como protección solar pasiva, el patio interior con vegetación realiza un enfriamiento evaporativo y la masa térmica proporcionada por el BTC refresca la zona destinada a las aulas, a través del amortiguamiento térmico. Estas estrategias bioclimáticas contribuyen a reducir los costes en la etapa de uso del edificio, mejorando además el confort interior de los usuarios.